Los artistas más libres de la historia siempre han tenido que enfrentarse a la sociedad y al deseo de libertad. Muchas de las obras de arte más conocidas, como Guernica, La libertad guiando al pueblo o la moderna Estatua de la Libertad, son un ejemplo de ello: una necesidad y un deseo de libertad que se manifiesta de distintas formas a través de mensajes poderosos, imágenes y colores. Un desafío siempre actual y moderno que nos lleva a reflexionar una vez más sobre el significado de la Libertad.
No existe arte sin libertad, y es la profunda expresión del yo creativo la que nos lleva a emocionarnos con el arte, de tal forma que, aunque estés pasando indiferente frente a una imagen, de repente… ¡Te paras!

A veces destella, en algún resplandor de luz,
La llamaban libertad – Sofia Cande, Art Syamhope
A veces se pierde entre las sombras,
A veces se da por hecho,
A veces se sueña con ella…
Pero, cuándo la encuentras,
La sientes.
Entonces Reconócela,
Siguéla,
¡Defiéndela!
Está en las pequeñas cosas,
En un par de auriculares,
Entre las notas,
Entre las palabras,
En una mano,
En una decisión.
La llamaban libertad, La pintaban,
La disfrazaban,
La tocaban.
Pocos la encontraban,
Aún menos la reconocían.
Es precisamente de este desafío y de la necesidad de contar el tema de la libertad que nace esta obra de arte syamhope, que explora y refleja los desafíos y las esperanzas de la sociedad moderna.
Declaraciones, contexto e inspiración detrás de la obra de arte sobre la Libertad
Como artista y mujer, terminé por investigar sobre el vínculo entre la creatividad y la autonomía en la sociedad actual, que lucha entre viejos esquemas, la emancipación y la búsqueda de un nuevo equilibrio social. Así, desafiando las convenciones, realicé este poema y obra de arte, conocida en el ámbito como “Poesía Visual”. Pensaba en lo mucho que damos por sentada la libertad que tenemos: algo tan simple como poder escuchar y tocar la música que queremos, poder hablar, vestirnos como deseamos. También pensaba en lo que pueden llegar a pesar las críticas cuando decidimos salirnos de los esquemas. En cómo los demás a veces nos imponen límites que no nos pertenecen.
Entonces, ¿cómo encontrar la respuesta a la necesidad de libertad? Siempre podemos tomar una decisión, y esa es la mayor libertad que tenemos. Aun así, muchas veces no cambiamos por pereza o por miedo; porque, en el fondo, es más fácil y más bonita una jaula de oro que una lucha constante, pero ¿hasta qué punto puedes seguir adaptándote?
Con esta obra de arte invito a pensar, darle la vuelta a estos hábitos, deseos y necesidades — estas encrespadura en la convicción cotidiana de ser libres.
Enlaces y colaboraciones exteriores: Antologia d’Arte e Poesia, pag 90 – Quejío, Grito de Mujer
Actualmente en: Arte contemporanea en la Casa Azul, Córdoba, España
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