La primera Feria de Andalucía de Arte y Cultura
En el mes de abril se desarrolló FADAC: la primera Feria de Andalucía de Arte y Cultura. Esta feria quiere promover e impulsar el arte y las iniciativas culturales en Andalucía. La primera edición de FADAC se realizó con mucho éxito este año en Sevilla, en el Palacio de Exposiciones y Congresos (FIBES).
El evento está abierto a todos los profesionales del arte (artistas, galerías, empresas…) y ofrece también un espacio escénico perfecto para presentaciones y eventos. De hecho, como parte de la programación FADAC, hubo númerosas intervenciones por parte de entitades públicas y privadas, entre asociaciones, empresas y universidades.
En este sentido fue muy interesante ver a tantos profesionales afines reunidos, sobre todo porque esto nos acuerda que el arte nos rodea de muchas formas, también afuera del clásico lienzo.
Entre las entitades que tomaron parte en la Feria destaca seguramente la Asociación La Casa Azul que en esta ocasión cierra su programa “¡Mamá, quiero ser artista!” organizando el Primer Encuentro Andaluz de Jóvenes Artistas y Emprendimiento Cultural. Este programa permite profundizar la condición de artista como figura profesional y sus derechos dentro del ámbito laboral. Al mismo tiempo favorece el diálogo y la colaboración entre artistas y profesionales del sector, creando una sentido de comunidad.
Dentro de este cuadro, FADAC se presentó como la oportunidad perfecta para aterrizar la idea de un proyecto común entre los participantes del programa y concretar sus conocimientos adquiridos.
¿Qué papel tuvo Syamhope en FADAC?
En mi caso, mi papel se dividió en dos maneras diferentes: como Syamhope, artista visual, y como organizadora responsable del control calidad del stand de la Asociación La Casa Azul, trabajando junto a los jóvenes del programa “¡Mamá, quiero ser artista!”.
Los objetivos por los que me había planteado participar en este proyecto están orientados hacia el crecimiento personal tanto a nivel educativo como profesional.
En particular, como artista y profesional Syamhope, propuese el proyecto: “Arte en movimiento: de las personas al papel”, que se concreató realizando una actuación de improvisación dibujística inspirada en las actuaciones musicales del día Domingo 16 de Abril 2023, con la creación de un total de diez obras producidas durante los ensayos y el espectáculo final.
Además, como organizadora, participé en la gestión y control calidad del estand y de su presentación visual en la parte dedicada a la exposición de obras de arte (apoyo en la recogida y clasificación de las obras, embalaje, desembalaje y diseño de la exposición, contacto con los artistas), apoyando también al equipo de producción audiovisual en la creación del material necesario para su presentación.
En esta fase fue muy importante tener en cuenta las diferentes necesidades y compaginarlas con un tiempo reducido y una tensión natural del grupo. Sobre todo, se reveló indispensable trabajar mucho sobre la comunicación y la colaboración entre nosotros. De hecho, gracias a estos dos elementos fue posible aprovechar de la heterogeneidad del grupo y usarla como un punto a favor de enriquecimiento.
¿Los resultados?
Participar y formar parte de una experiencia tan inmersiva es seguramente un aprendizaje muy grande bajo diferentes aspectos. En primer lugar, es emocionante ver cómo un grupo de desconocidos puede llegar a conocerse y colaborar hasta crear un equipo y defender su trabajo en un evento importante como FADAC. Luego, a nivel personal, a parte del crecimiento profesional, es una satisfacción poder expresar cada uno sus propios talentos y hacerlos brotar en favor de un objetivo común. Otro punto positivo es la posibilidad de participar también en las actividades propuestas por los otros miembros del equipo: así es posible comprender mejor su profesión a través de un contacto directo y una participación interesada, además de favorecer una perspectiva de aprendizaje circular donde cada uno pueda aprender de los demás y enseñar a la vez.
Para concluir, estos tipos de proyectos culturales permiten la creación de una red dentro de la comunidad de profesionales del sector cultural; permiten también crear una acción más fuerte para promover el arte y la cultura a través de proyectos concretos e inclusivos, que no solo tutelen la diversidad sino que la hagan enriquecedora. Esta experiencia nos enseña también a enfrentarnos con nuestros límites y límites exteriores que no dependen de nosotros: la presión, la incertidumbre, el compromiso con los demás, nos echan afuera de nuestra zona de confort. Esta tensión que se genera naturalmente cuando nos encontramos en una situación diferente de nuestra normalidad puede bloquearnos o bien puede animarnos. De hecho, si bien gestionada y canalizada, esta tensión se puede aprovechar para empujar el trabajo en equipo y la creación de un tejido social que supere las diferencias, valorándolas, y que además lleve a un cambio, por cuánto pequeño, también de mejora social.
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